Warning: Undefined array key "is_rate_editable" in /home/clients/cedc64be69b667dcbf54a0bca5ce4285/sites/playandgrowtogether.com/wp-content/plugins/wpdiscuz/class.WpdiscuzCore.php on line 1303
Sobrevivir a las rabietas: guía práctica para mantener la calma
Tiempo de lectura : 8 minutos

Ah, ¿cómo sobrevivir a las rabietas de los niños pequeños? Esos momentos en los que tu pequeño de 2-3 años se convierte en una bola de rabia incontrolable. Ya sea en el supermercado, en medio de una reunión de Zoom o simplemente en casa, estas rabietas pueden aparecer en cualquier momento. Pero antes de que pienses que tu hijo ha decidido fastidiarte el día porque sí, respira hondo: no lo hace a propósito. Y no, no has fracasado como padre. Exploremos por qué se producen estas rabietas y cómo puedes no sólo controlarlas, sino también mantenerte zen.

¿Por qué las rabietas a esta edad son tan... explosivas?

Para sobrevivir a las rabietas de los niños pequeños, es fundamental comprender que estos momentos de arrebato emocional no son ataques personales. A esta edad, tu hijo atraviesa una fase crucial de su desarrollo emocional y cognitivo. Empieza a explorar su independencia, pero su cerebro aún no es totalmente capaz de regular las emociones intensas. Imagina una olla a presión sin válvula de seguridad: ésa es más o menos la situación en la que se encuentra tu hijo pequeño. Cuando no puede tener lo que quiere (como ese tercer helado o el juguete brillante que has escondido hábilmente en lo alto del armario), sus emociones se desbordan, dando lugar a gritos, lágrimas y revolcones por el suelo.

Esta intensidad emocional se debe en gran medida al desarrollo del cerebro del niño. La parte del cerebro encargada de regular las emociones, el córtex prefrontal, aún está en construcción a esta edad. Esto significa que cuando tu hijo experimenta frustración, enfado o pena, aún no tiene las herramientas necesarias para gestionar estos sentimientos de forma calmada y racional.

Comprender las emociones de su hijo

Comprender el vínculo con las emociones es la clave para sobrevivir a las rabietas de los niños pequeños.

Sobrevivir a las rabietas de los niños pequeños significa entender que sus emociones son como olas, que suben y bajan de repente. Experimentan cada sentimiento con una intensidad desconcertante, y su falta de vocabulario emocional complica aún más las cosas. Cuando tu hijo tiene una rabieta, a menudo está intentando expresar algo que no puede verbalizar. Puede ser frustración, falta de comprensión o incluso necesidad de consuelo.

Lo importante es reconocer que estas rabietas son una forma de comunicación. Al identificar y nombrar las emociones que tu hijo pueda estar sintiendo ("Veo que estás muy enfadado porque ahora no puedes tener ese juguete"), no sólo le ayudas a entender lo que siente, sino también a desarrollar sus habilidades de gestión emocional.

Cómo mantener la calma: estrategias para padres

Estrategias para mantener la calma
Estrategias para mantener la calma

1. Recuerda que no lo hacen a propósito.

Para sobrevivir a las rabietas de los niños pequeños, es fundamental recordar que tu hijo no hace una rabieta para molestarte. No es un desafío a tu autoridad, sino una torpe expresión de necesidades y emociones que aún no sabe gestionar. Recuerda que no es nada contra ti, sino una fase normal de su desarrollo.

2. 2. Respira hondo.

Puede parecer trivial, pero respirar profundamenteunas cuantas veces antes de reaccionar puede marcar la diferencia. Al respirar profundamente, ralentizas tu ritmo cardiaco y das tiempo a tu cerebro para procesar la situación en lugar de reaccionar impulsivamente.

Por eso, para sobrevivir a las rabietas de un niño pequeño, recuerda respirar profundamente antes de reaccionar. Esta sencilla acción puede ayudarte a mantener la calma

Descubra nuestros artículos más populares Transformar el tiempo en familia: juegos y aprendizaje

3. Practicar la autorregulación.

Tu calma es contagiosa. Si mantienes la calma, puedes ayudar a tu hijo a calmarse también. Intenta hablar despacio y con calma, y evita gritar (aunque a veces sea muy tentador). Por ejemplo, si tu hijo grita porque no puede ver los dibujos animados, respóndele amablemente: "Entiendo que estés decepcionado, pero ya es hora de cenar. Luego podremos jugar juntos".

El toque calmante: una estrategia a menudo infravalorada

El tacto puede ser una poderosa herramienta para calmar a un niño en crisis. Los estudios demuestran que el contacto físico tranquilizador, como una palmadita en la espalda o un abrazo, puede ayudar a reducir el estrés y calmar las emociones intensas. Cuando un niño se siente abrumado por sus emociones, un simple gesto de consuelo puede demostrarle que usted está a su lado, que comprende sus dificultades y que está dispuesto a ayudarle a superar esta tormenta emocional.

Pruebe, por ejemplo, a poner suavemente la mano sobre el hombro de su hijo u ofrecerle un abrazo durante una crisis. Este contacto físico puede actuar a menudo como un restablecimiento emocional, ayudando a reducir la intensidad de la crisis y a recuperar la sensación de seguridad.


➽ Descubre por qué las actividades manipulativas cautivan más y estimulan mejorel aprendizaje que los simples ejercicios de papel y lápiz. ¡Sumérgete en nuestro artículo y revoluciona el tiempo educativo con tus hijos!

Soluciones para cada situación

Situación 1: Un capricho en el supermercado

Tu hijo está desesperado por un paquete de caramelos que has decidido no comprarle. Empieza a llorar y luego a gritar.
Solución:
En lugar de ceder o enfadarte, agáchate a su altura y háblale con calma. Dile: "Sé que te apetecen mucho estos dulces, pero hoy no los vamos a comprar. Puedes ayudarme a elegir una pieza de fruta para el postre de esta noche". Implicar al niño en otra decisión puede ayudar a desviar su atención y reducir la crisis. Acompaña tu respuesta con una mano colocada suavemente sobre su brazo para reforzar tu apoyo.

Situación 2: Negarse a ponerse el abrigo

Es invierno y hace frío fuera, pero tu hijo se niega a ponerse el abrigo y empieza a revolcarse por el suelo en señal de protesta.
Solución:
En lugar de obligarle a llevar el abrigo, ofrécele una elección controlada: "¿Prefieres llevar tu abrigo rojo o el de las estrellas?". Esto le da sensación de control y puede reducir su oposición. Si eso no funciona, cógele en brazos y dile con calma: "Sé que no quieres, pero fuera hace frío y quiero que estés sano". Utiliza un abrazo para calmar sus emociones al tiempo que reafirmas tu decisión.

Situación 3: El niño que no quiere salir del parque

Su hijo se lo está pasando tan bien en el parque que se niega rotundamente a marcharse, a pesar de sus repetidas advertencias de que ya casi es hora de volver a casa.
Solución:
En lugar de insistir bruscamente, prepare la transición con suavidad. Unos minutos antes de marcharse, hágale saber que el recreo pronto terminará: "Dentro de cinco minutos, nos vamos. Elige una última cosa que hacer antes de irte". A continuación, haz que tu hijo participe en el proceso: "¿Prefieres dar un último paseo en el tobogán o en los columpios?". Esto les da tiempo para prepararse mentalmente y sentir que tienen cierto control sobre la situación. Si, a pesar de todo, estalla la crisis, mantenga la calma, agáchese a su altura y dígale: "Sé que te lo estás pasando muy bien, pero es hora de irnos. Podemos volver en otro momento". Un abrazo o una mano tranquilizadora en la espalda también pueden ayudar a calmar la frustración.

Situación 4: Negarse a ir a la cama

Llega la hora de acostarse, pero tu hijo se niega rotundamente a abandonar el salón para irse a la cama, quejándose de que no está cansado o de que quiere seguir jugando.
Solución:
Convierta la hora de acostarse en un momento agradable y de colaboración. Ofrézcale dos libros adecuados para el cuento, como "Buenas noches, luna" o "Animales nocturnos". Involucre a su hijo en la preparación de la hora de acostarse pidiéndole que elija su pijama favorito y qué peluche escuchará el cuento con él. Esto puede convertir un momento de resistencia en una actividad positiva y tranquilizadora.

Situación 5: Convulsiones durante las comidas

Su hijo se niega a comer lo que hay en el plato, exige algo diferente o simplemente se niega a comer.
Solución:
Haz que la comida sea atractiva y divertida para captar el interés de tu hijo. Por ejemplo, presente la comida en forma de caras divertidas: las zanahorias pueden convertirse en pelo, el pollo en una sonrisa y los guisantes en ojos. Haz que participe pidiéndole que alimente a su peluche antes de probar un bocado. Pídales que le ayuden a preparar la comida: "¿Quieres ayudarme a poner las verduras en el plato? Este enfoque lúdico y colaborativo puede hacer que la hora de la comida sea más agradable y reducir la tensión.

La escucha activa: una poderosa herramienta para fortalecer la relación padres-hijos

La escucha activa es una habilidad esencial que permite a los padres conectar profundamente con sus hijos. Significa prestar toda tu atención a tu hijo cuando habla, haciendo un esfuerzo consciente por entender no sólo sus palabras, sino también sus emociones subyacentes. Cuando tu hijo tenga una rabieta, practica la escucha activa poniéndote a su altura, estableciendo contacto visual y repitiendo lo que dice para demostrar que lo entiendes: "Entiendo que estés muy enfadado porque tenemos que irnos del parque". Esto ayuda a validar sus sentimientos, lo que puede aliviar la intensidad de la crisis.

Recomendaciones de lectura para ayudar a los niños a comprender las emociones

Leer libros sobre emociones con tu hijo puede ser una buena forma de enseñarle a identificar y expresar lo que siente. Aquí tienes algunas sugerencias de libros adecuados para niños pequeños, disponibles en francés, inglés y español:

En francés :

  1. Grosse Colère de Mireille d'Allancé - Un cuento para ayudar a los niños a comprender y afrontar la ira.
  2. El color de las emociones de Anna Llenas - Un libro pop-up interactivo que explora diferentes emociones.
  3. Las emociones de Gastón de Aurélie Chien Chow China - Una serie de libros para ayudar a los niños a reconocer y expresar sus emociones.

En inglés:

  1. El monstruo de colores de Anna Llenas - Un libro pop-up que explora diferentes emociones.
  2. When Sophie Gets Angry - Really, Really Angry de Molly Bang - Una historia sobre cómo lidiar con la ira.
  3. The Feelings Book de Todd Parr - Un libro lleno de color que ayuda a los niños a comprender los distintos sentimientos.

In English:

  1. El monstruo de colores de Anna Llenas - Un libro interactivo que explora las diferentes emociones.
  2. Cuando Sofía se enoja, se enoja de veras de Molly Bang - Una historia sobre cómo manejar la ira.
  3. El gran libro de las emociones de Mary Hoffman - Un libro que ayuda a los niños a entender y expresar sus emociones.

Cómo los padres pueden mantener la calma ante las crisis: algunos consejos extra

Consejos para que los padres mantengan la calma
Consejos para que los padres mantengan la calma

1. Tómate descansos para ti.

Ser padre es agotador, y es importante cuidarse. Si sientes que estás a punto de estallar, tómate unos minutos para desconectar y respirar. Si es posible, delega un rato en tu pareja o en otro adulto de confianza.

2. Practica la atención plena.

La atención plena puede ser una herramienta excelente para gestionar el estrés parental. Tómese unos minutos al día para volver a concentrarse, meditar o simplemente relajarse. Esto puede ayudarle a afrontar las crisis de su hijo con más calma.

3. Recuerda que lo estás haciendo lo mejor que puedes.

Es fácil sentirse culpable o preguntarse si estás educando bien a tu hijo. Pero todos los padres pasan por esos momentos difíciles, y no hay una respuesta perfecta. Lo que importa es que intentes mantener la calma y que quieras a tu hijo, incluso en los momentos más difíciles.

Aceptar que los caprichos forman parte del viaje

La mejor manera de sobrevivir a las rabietas de un niño pequeño es... aceptarlas.

Sobrevivir a las rabietas de los niños pequeños nunca es fácil, pero con paciencia, comprensión y unas cuantas estrategias en el bolsillo, puedes sortear estas tormentas emocionales sin sufrir demasiados daños. Recuerda que las rabietas forman parte del desarrollo normal de tu hijo y que no cuestionan tus habilidades como padre. Respira hondo, ofrece opciones controladas, practica la escucha activa y no olvides cuidarte. Al fin y al cabo, un padre tranquilo es el mejor guía para un niño en crisis.

3
0
Nous aimerions avoir votre avis, veuillez laisser un commentaire.x

Accédez gratuitement à vos 6 premières fiches et 1 guide de lecture !